2 minute read

Tus manos, Rocio Bravo '10

a las horas del agua

by Sara Mann

Advertisement

Me dijiste una vez que estaba todo dentro de la palabra. Extranar: la exportacion de las entranas fuera del cuerpo. insectos, como agua. Sigue hasta la garganta, el estomago. Te encuentras a ti mismo en un lugar seco, esteril. Un hospital.

Cuando extranas, me dijiste, habras dejado una parte de ti misma en el lugar que ya no tienes; el lugar que tal vez, por lo que sepas, ya no existe. Existiras en dos pianos: en el cuerpo que te sigue, y en un pasado que asciende a una diapositiva de ti misma.

El proceso empieza antes de la ruptura. Los rasgos de la falta que viene se plantean en tus pasos por la vereda, en tus pensamientos sobre el grafiti en las paredes de los edificios, en las palabras de la ciudad y en tus mismas palabras. ^Cuanto tiempo falta para que me vaya? te preguntas. Cada dfa, escuchas que la respuesta disminuye. Un poco mas de dos meses. Dos meses. Un mes. Una semana. Tres dfas. Una hora. Treinta segundos. El tiempo que intentas sostener en la mano se convierte en corazones de manzanas tiradas.

Quizas entonces experimentes la sensacion del brote de la llanura dentro de tus miembros. La sensacion corre por tus manos, como hilos vacfos que se escurren en la ruta de tus venas. Como Contemplas esa frase que me escribiste alguna vez, la doble lejania. La lejania, el lugar que parece inalcanzable y tambien el espacio entre ese lugar y vos. El lugar que anoras, el lugar tan imposible que se separa de tu cuerpo. Y la doble lejania: algo infinito aumentado. Como multiplicar cero por cero por cero, y en vez de terminar con el mismo cero, encontrar campos y desiertos de trigo seco y una garganta como carton magullado de los intentos de gritar cuando nadie te pudo escuchar.

Me dijiste una vez que tus sentimientos eran como el agua, que no los solias enmarcar. No entraban en vasos. Lo que tenias, me dijiste, era una pecera rota, el agua y los jirones de vidrio nadando por todos lados, inundando la casa.

Me parece que al final, esta todo ahf, frente a tus pies metidos en los centimetres de agua que cubre el suelo de tu casa. El agua te deja ver la ausencia como si fuera una presencia. Y quieres sentir tus pies mojados, sin motivo sino para saber que estan ahf.